Factores genéticos: está comprobado que los factores genéticos aumentan las posibilidades de contraer cáncer de mama: de hecho, entre el 5 y 10% de los casos de cáncer de mama están relacionados al perfil genético.
Factores hereditarios: Es importante que en aquellos casos en los que haya antecedentes familiares de cáncer de mama se informe al médico especialista para que pueda aconsejarnos al respecto y tomar las medidas de prevención necesarias.
Antecedentes personales: las mujeres que ya padecieron cáncer de mama tienen mayor riesgo de desarrollarlo nuevamente.
Exposición a la radiación ionizante terapéutica: esto se da especialmente ante la exposición temprana, entre los 10 y 14 años de edad.
Factores hormonales y reproductivos: hay ciertos casos que aumentan el riesgo, como los niveles prolongados y elevados de estrógenos endógenos, la menopausia tardía, la menstruación temprana, entre otros. Así también el uso prolongado de tratamiento hormonal sustitutivo post menopausia.
Edad: está comprobado que a mayor edad hay mayor posibilidad de contraer cáncer de mama, por eso es importante aumentar los controles con el paso de los años en base a las indicaciones médicas.
Obesidad: se cree que el exceso de peso está relacionado al riesgo de cáncer de mama.
Consumo nocivo de alcohol: hasta el 14% de los casos podría evitarse si se redujera el consumo reducido de alcohol.
Llevar una vida saludable con una dieta equilibrada, actividad física regular, chequeos médicos periódicos, evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol son hábitos que pueden reducir notablemente las posibilidades de contraer cáncer de mama o detectarlo a tiempo.