Arranca la cumbre del clima, el mayor evento climático del mundo. Desde este jueves, y durante dos semanas, Dubái acogerá a unas 70.000 personas de casi 200 países para tratar de reconducir el planeta hacia un lugar seguro y evitar los peores efectos del cambio climático. La ciudad de los rascacielos del Golfo Pérsico es este año la sede de la vigesimoctava cumbre auspiciada por la ONU, la COP28, considerada por organizaciones ecologistas como Greenpeace como «la más importante desde la de París».
En Emiratos Árabes Unidos se hará balance de lo logrado desde aquella histórica cumbre en la capital francesa hace ocho años, que dio lugar al Acuerdo de París. En él, la comunidad internacional se comprometió a limitar el aumento de temperatura a dos grados o idealmente a 1,5 ºC por encima de niveles preindustriales.
Pero, sobre todo, se decidirá qué rumbo seguir en los próximos años para tratar de cumplir con este objetivo, considerado el seguro para no desatar el caos climático. Y será determinante si este rumbo es ambicioso o resulta insuficiente el papel de los principales negociadores, que son además los principales emisores mundiales: Estados Unidos, China, la Unión Europea, y también el anfitrión, EAU, que ostenta la presidencia y que ha estado rodeado de polémica al tratarse de uno de los principales exportadores mundiales de petróleo.
¿Qué es una COP?
COP hace referencia a las siglas en inglés de la Conferencia de las Partes, es decir, los firmantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992, la UNFCCC, por sus siglas en inglés. Prácticamente todos los países del mundo, 198, han firmado esta convención, cuyo objetivo es evitar una interferencia humana «peligrosa» para el clima.
Generalmente se celebra cada año en un continente y reúne durante dos semanas a los representantes de todos los países firmantes, además de representantes de la sociedad civil, empresas y activistas. A lo largo de los años, y especialmente a partir de la cumbre de París en 2015 (la COP21), han ido ganando en visibilidad y cada vez asisten más participantes. Se espera que la cumbre que comienza ahora, la COP28, sea la más masiva hasta el momento.
Es uno de los pocos foros puramente multilaterales del mundo, en el que tienen voz y voto en las decisiones todos los Estados por igual. Esto tiene sus fortalezas, ya que en estas cumbres se pueden escuchar a actores que suelen quedar en segundo plano en otros escenarios, como los países menos desarrollados y los que más sufren el cambio climático, pero también sus desventajas, puesto que al tomarse todas las decisiones por consenso, los acuerdos suelen quedar rebajados para contentar a todos y ser insuficientes ante la magnitud de la crisis climática.
El Balance Global, protagonista de esta cumbre
En esta cumbre tendrá un protagonismo especial el llamado Balance Global –Global Stocktake o GST, en inglés y según la jerga climática-, el procedimiento que se lleva a cabo cada cinco años según el cual los países deciden qué compromisos tomar de cara al futuro para actualizar sus planes climáticos y así cumplir con el Acuerdo de París. Se ha estado negociando durante dos años y los negociadores y observadores han presentado más de 170.000 páginas de propuestas.
Ahora, la COP28 debe publicar una conclusión en base a estas propuestas y lo que se negocie durante estas dos semanas. Esta conclusión será la que marque cómo de ambiciosos son los planes que se presentarán en la próxima cumbre, en 2024. Los ecologistas esperan que sea un texto «muy fuerte» para que los próximos compromisos tengan nuevas obligaciones no previstas en París.
Entre ellas, piden que incluya una «fecha de fin de los combustibles fósiles», se «tripliquen las renovables» y haya una apuesta por la financiación para ayudar a la lucha contra el cambio climático de los países del sur global, según explica a RTVE.es Javier Andaluz, portavoz de Ecologistas en Acción y veterano observador en estas cumbres.
Por: Noticonexion/efe