El ex primer ministro haitiano Jean Max Bellerive afirma que las bandas haitianas han suplantado al Estado en el territorio del vecino país, que esas organizaciones tienen respaldo del narcotráfico internacional y que ya reúnen unos 80 millones de dólares por cobrar peaje por usar las carreteras y otros espacios.
Bellerive también cree que las bandas haitianas son una amenaza a la paz de República Dominicana.
“Son una amenaza a la paz en Haití, más que una amenaza, violentaron la paz en Haití. Ahora, si cogen más y más poder en una isla que tenemos una frontera común, no hay que tener un doctorado en seguridad para entender que pueden tener un impacto del otro lado de la frontera”, dice Bellerive en una entrevista especial en la plataforma de YouTube ¿Te lo Digo?, del periodista Juan Reyes.
Aquí la conversación:
¿Cómo podemos definir Haití en la actualidad?
Bueno, un caos. Es difícil para mí, como haitiano y hombre que tenía responsabilidad gubernamental de caracterizarlo así, pero es un caos. Hay más y más territorio perdido, como dicen en Haití, que están controlados por las gangas. Mi casa en Haití, tuvimos que mudarnos y hasta la seguridad tuvo que salir porque en ese barrio donde yo vivo, hay mucha ganga que entra en diferentes casas y no hay recursos, recursos que no se sabe con quién hablar. Como tú lo sabes, yo tengo acceso a mucha gente dentro del Gobierno, pero ellos mismos no pueden ayudar en una situación caótica y penosa para muchas familias que no saben dónde ir, que ya han perdido gente.
Hay muchos raptos que siguen ahora que empezaron de nuevo y una situación caótica, y no se ve a la corta a breve vista una solución.
¿Cree usted que habrá solución rápida al tema de las bandas?
Rápida, yo no veo cómo. Pero el problema es tan grave que abarca diferentes partes del territorio nacional. Ante la alarma en la capital que había gangas potentes, pero vimos lo que pasó en el valle, en lo que llamábamos plato central, en el centro, cerca de la frontera de lo que pasó en Artibonito, quiere decir que hay actividad de la ganga en diferentes partes del territorio nacional, no solamente en la capital. Es una situación muy grave y para resolverla, a mi parecer, se va a necesitar un poquito de tiempo. Sí.
¿Cuándo hablamos de tiempo, en qué tiempo podría solucionarse? ¿O qué hay que hacer para solucionar la situación de Haití?
Lo primero es tener una visión clara de cómo resolver el problema. De nuevo, a mi parecer, porque yo no tengo autoridad para hablar por el gobierno, yo no soy miembro del Gobierno, ya no es un problema policial. Ahora mismo le dan toda la responsabilidad de regresar a la seguridad, a la Policía Nacional y lo que llama la misión multinacional que está ahí, que nunca llegó a tener los miembros que debía tener, que era al principio se hablaba de entre dos y 4000, son menos de mil personas que están allá ahora y quizá que no tienen el perfil necesario para resolver el problema. Porque de nuevo, no es un problema policial y ya es una guerrilla urbana que enfrentamos en Haití.
Entonces se necesitan cuerpos casi militarizados para enfrentar esa ganga. Entonces, a través de una acción policial, yo no veo solución. Además, no se trata solamente de matar o de atacar gangas, porque hay una presión, se agarran o se matan dos o tres y llegan diez más. La pobreza, la atracción de hacer dinero fácil porque se hacen mucho dinero, no solamente a través de la acción criminal de raptar a la gente, pero hay control de todas las carreteras del país de salida de la capital y cada camión tiene que pagar para salir o para entrar. Entonces lo que ganan. El ministro de Finanzas hizo una declaración la semana pasada que, a través del control de la carretera, las gangas hacen más de entre 60 y 80 millones de dólares anuales. Quiere decir que ya no necesitan apoyo de nadie. Antes se decía que estaba financiado por gente del sector privado, por políticos, que ciertamente quizá era así como empezaron., pero ahora, ahora mismo están independientes.
¿Tiene el narcotráfico internacional que ver con las bandas que hay en Haití?
Claro, claro. Lo único que hay que mirar, es cierto y comprobado que un tráfico inmenso de armas hacia Haití, de municiones a Haití. Usted se imagina, o lo sabe, que todos los tráficos son ligados. Si se puede entrar armas, si se puede entrar municiones, se puede entrar droga, se puede sacar órganos, porque se habla de tráfico de órganos. Todos los tráficos están ligados y hay pruebas. Hubo algunos eventos donde se comprobó que hay tráfico de drogas, y tráfico de drogas se hace con red internacional, no es una cosa nacional, no hay consumo de droga en Haití. Entonces, claramente hay que investigar el lado del tráfico de droga para entender plenamente lo que está pasando en Haití.
Yo no quiero dar una respuesta tan directa. Lo que el tráfico internacional necesita es un punto de entrada y de salida. Ellos no necesitan ni les interesa controlar ni la capital ni el país. Para mí eso era el objetivo ya se hubiera logrado hace mucho porque no hay real resistencia. Lo que es importante para ellos es que controlan una parte de las entradas al país, de la salida del país y también una parte de la fuerza de la de la policía y de la justicia, y que para mí han logrado una parte de ese objetivo.
¿La Justicia y la Policía han sido permeadas por el narcotráfico en algunos aspectos?
No hay manera que no, no hay manera que no. Mucha gente comentó que la corrupción dentro de la justicia y corrupción dentro de la policía, que limite los efectos de los que de manera muy vamos a decir con mucho coraje, enfrentan la ganga. Porque hoy, si la situación no ha explotado totalmente es gracias al coraje de muchos policías que hasta ahora tratan de hacer lo que pueden con lo que tienen en su mano, pero no, no hay capacidad, ni material, ni de formación. De nuevo te repito, Juan, no es un problema policial, ya no es un problema policial, es un problema militar y social, porque hay que ver que el Estado casi ha desaparecido. No da los servicios que la gente espera de un Estado. Entonces, si no hay Estado, los jóvenes buscan otra manera de sobrevivir, de alimentarse, de moverse en el territorio nacional, de atender a su familia y todo eso es porque no hay servicios del Estado. Entonces, hay que reconstruir un Estado que de servicio en Haití. Si no, no hay solución plena. La solución es hacer una acción contra tal o tal ganga, tal como se hace ahora, pero el problema de fondo se queda igual.
¿Las bandas han suplantado al gobierno en algunos territorios?
No que hayan suplantado, ellos. Son los únicos en alguna parte del territorio nacional y parte del territorio nacional donde no existe el Estado. Entonces ellos dan algunos servicios. son que les dan dinero a las familias, le mandan a su hijo a la escuela, compran comida, hasta hacen fiesta. Se documentó con el carnaval que hicieron carnaval en la zona donde estaban, entonces ellos en alguna zona, no en todo el territorio nacional ni en toda la capital, en algunas zonas donde tienen su base, ellos son el Estado.
Hay mucho porcentaje que circulan 70%, 80%, pero la cosa no es así, porque las bandas no ocupan un territorio nacional, tienen su base conocida y hacen incursiones. En nuevo barrio entran a aterrorizar la población, ponen en fuego a dos o tres casas, tiroteo y la gente huye, pero ellos no se quedan aquí, se retiran, regresan a su base, pero esos barrios están vacíos. Entonces dicen que controlan esa zona. Ellos son bien organizados en el sentido que yo no sé. Están muy móviles. No se quedan en una zona específica aparte de su base reconocida. Así es que se identifican las diferentes gangas. Tal ganga está en la frontera, tal ganga está en Belén, tal ganga está en Soley, pero ellos salen de su territorio, entran nuevo territorio, hacen actos criminales y después salen. Es raro que se queden aquí. Si ellos ven que la gente regresa, hacen una nueva incursión, entonces sí se podría decir que controlan el territorio porque ya la población salió y ellos no están reemplazando por una estructura estatal que dice, bueno recuperamos tal zona y hay militares, hay policía y controlamos y la población puede regresar. Entonces, cada vez que la población corre de un barrio a otro, nunca hay recuperación de territorio.
¿Qué cantidad de ciudadanos haitianos se han movilizado o han salido de Haití a otras naciones?
Una estadística muy complicada, quiero recordarte que hace poco había el programa Biden, donde se fueron muchos haitianos legalmente, porque era un programa oficial del gobierno americano, aunque ahora se suspendió. Había todo camino indirecto e ilegal a través de México, y todo eso, pero ahí es difícil de hacer una estadística y claramente hay el aumento de los haitianos que cruzaron hacia la República Dominicana. Entonces tener estadística de cuántas personas dejaron su territorio natural nacional hacia otros países, primero de un barrio a otro, porque hay mucho movimiento interno, de los que no tienen capacidad de salir del territorio, que no quieren salir del territorio, pero después hay diferentes modalidades para salir del país, legal o ilegalmente.
¿Ha sido irresponsable la comunidad internacional en darle la mano a mí y a ti en esta situación?
Yo no puedo hablar de irresponsabilidad. La responsabilidad primera es de los haitianos. Nosotros somos los que tenemos que resolver los problemas de Haití. Ahora hay en lo que pasa en Haití consecuencias de lo que se decidió, lo que se hizo a nivel internacional también. Entonces ahí sí hay una responsabilidad, porque debe tener una continuidad en lo que está haciendo hacia Haití.
Yo particularmente tuve que trabajar mucho con la comunidad internacional por el terremoto y desde ese tiempo se ve que no hay siempre continuidad. Hay muchas promesas, pero después no hay continuidad en las promesas. En la situación actual si se espera una implicación más grande de la comunidad internacional, porque el problema de Haití no es solamente el problema de Haití, hoy es un problema regional.
¿Hay liderazgo político en Haití para enfrentar esta situación?
Bueno, no hay liderazgo político hoy en la fecha. La prueba es que el Consejo Presidencial que representa al ejecutivo en Haití son nueve personas. De haber un liderazgo claro eso no iba a pasar, íbamos a tener un presidente y ya pasamos tres primeros ministros. Y pasó el primer ministro y ahora estamos con el primer ministro y 16. En ninguno de ellos tenía un apoyo firme de la sociedad o de la clase política haitiana. Quiere decir que no hay liderazgo activo y reconocido. Claro, hay gente que tiene ambición política, que fueron presidentes, por ejemplo, o que la gente reconoce que tienen algún tipo de liderazgo, pero no se concretiza en acción u organización sobre el terreno en Haití.
¿Qué rol está jugando Jean Bertrand Aristide en la actualidad de esta crisis haitiana?
Bueno, su organización es parte de la organización que mandaron representantes en el Consejo Presidencial. Específicamente, Leslie Voltaire, un miembro del partido de su partido, y fue uno de los presidentes del Consejo. Y hasta ahora, él tiene una imagen mítica en Haití, porque aparte de presidente, era el único presidente votado constitucionalmente. El presidente es un presidente constitucional, pero no fue elegido al sufragio universal. Entonces, lo único que queda en Haití. Ahora el presidente René Préval está muerto y el presidente Martelly está fuera del país. Entonces, que uno lo quiera o no, es un punto de referencia.
Ciertamente, si él lo quiere. Él tiene la capacidad de hablar con muchos grupos. Él tiene la capacidad, porque él tiene, según mi conocimiento de la sociedad haitiana y tiene la capacidad de hablar con diferentes sectores para buscar una solución. Yo no creo que él tiene la solución, pero él puede ayudar a buscar la solución.
¿Hay malestar en Haití por las medidas migratorias de República Dominicana?
Claro, es una reacción humana, cuando en el siglo 21, y más desde los diez últimos años, todo lo que se hace se reporta a través de videos de TikTok, y todo eso. Entonces las imágenes de mujeres embarazadas que agarran la inmigración, las imágenes de maltrato de la policía fuera de contexto, a veces no se sabe cuál era el contexto porque se ve una imagen de diez segundos, 15, 20 segundos y se transmite como eso, el trato de los haitianos en República Dominicana y no se sabe si antes había una agresión de haitianos. Son cosas que impactan la sociedad haitiana. Entonces no se trata del problema de la inmigración legal o ilegal, se trata de los derechos humanos, violados en la República Dominicana. Cuando no hay discusión sobre, yo creo al menos no la gente con la que yo hablo. En Haití no hay discusión sobre el derecho de la República Dominicana de aplicar su ley de inmigración.
¿Las bandas haitianas son una amenaza a la soberanía dominicana?
A la soberanía yo no creo, a la paz sí. Que decir que son bandidos y que no tienen moral. Si matan mujeres, matan hijos, no tienen moral y no tienen límites. Es decir, que si ahora hay alguno que funciona la zona fronteriza y que cruza la frontera hasta de manera puntual, violenta o amenaza la paz en una parte del territorio nacional, no es una amenaza para mí, por lo que entiendo a la soberanía del país, pero a la paz que se consiguió en República Dominicana posiblemente.
Son una amenaza a la paz en Haití, más que una amenaza, violentaron la paz en Haití. Ahora, si cogen más y más poder en una isla que tenemos una frontera común, no hay que tener un doctorado en seguridad para entender que pueden tener un impacto del otro lado de la frontera.
Pero tengo que agregar, no es la misma situación. En la República Dominicana hay servicio militar, policía de inteligencia que hace que la acción de las gangas, tal como se desarrolla en Haití, no se pueden desarrollar en República Dominicana a mi parecer. Pueden tener una tentativa de incursión, acción puntual, pero en una capacidad de respuesta contundente del lado dominicano, porque hay un Estado, que uno le gusta o no, el presidente, el ejército, los servicios de inteligencia, pero hay una, hay un Estado que tiene un nivel de efectividad razonable, lo que no existe en Haití.
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