Los combates no solo se libraban en Santo Domingo, en diferentes lugares, como Ciudad Nueva y otros escenarios capitalinos. También se produjo una guerra intensa entre medios de comunicación, en la cual los bandos en pugna buscaban ganar el favor de la opinión pública.
En el libro “La prensa y la Guerra de Abril de 1965”, editado por Adriano Miguel Tejada y publicado por la Academia Dominicana de la Historia, se asegura que cuando empezó la conflagración nadie se esperaba el golpe y que entonces los medios de comunicación estaban ocupados con la cobertura de unos incendios de bosques en la Cordillera Central, donde se habían destruido unas 10,000 hectáreas de pino.
“Como la asonada estalló al mediodía del sábado 24 de abril no sería hasta las ediciones del domingo 25 que la prensa escrita daría cuenta de la situación creada”, aseguró Tejada.
Tras ofrecer detalles sobre la cobertura que le dieron a la guerra medios como el Listín Diarioy El Caribe, Tejada indica que la difusión de la prensa internacional, particularmente de algunos prominentes diarios norteamericanos y europeos, permitió que la opinión pública foránea pudiera informarse de lo que realmente sucedía en Santo Domingo ante la demoledora campaña de tergiversaciones del gobierno de los Estados Unidos.
Narró que el 27 de abril fue un día decisivo de la primera etapa de la guerra, pues las fuerzas constitucionalistas repelieron un masivo ataque de las fuerzas del general Elías Wessin y Wessin en los alrededores del puente Duarte.
Mientras se desarrollaban los combates, Radio Constitucionalista difundía los acordes del Himno Nacional y del Himno de la Revolución y alentaba a los comandos a resistir hasta el final.
En horas de la tarde, se escuchó la voz de Caamaño, quien llamaba a proseguir la resistencia y daba órdenes de reforzar la defensa del sector constitucionalista, cuando un “mortero” hizo estragos en el Edificio Copello, sede del gobierno constitucionalista, donde se encontraba el líder.
También se difundió la voz del profesor Bosch, quien expresó: “La batalla que ustedes están librando no es sólo la defensa de la zona constitucionalista, sino la defensa de una causa de 200 millones de latinoamericanos”.
El presidente depuesto además exhortó a los combatientes a no permitir que la bandera dominicana fuera arriada de la zona constitucionalista.
En aquellos días sonaba con vigor la voz del locutor cubano-dominicano Luis Acosta Tejeda, diciendo: “Un día más dominicano, un día más, un día más, y la victoria definitiva”.
Se difundían informaciones sobre la guerra en la emisora la “Voz de la OEA”, con gran cobertura, que justificaba la intervención extranjera, alegando que tenía motivaciones humanitarias.
Los intereses de las tropas lideradas por el jefe militar Elías Wessin y Wessin estuvieron representados por la estación de San Isidro.
Entonces, se destacó la labor de la prensa constitucionalista, especialmente la del periódico Patria, de orientación izquierdista, dirigido por Ramón Alberto Ferreras (El Chino), que tenía entre sus colaboradores a Alberto Malagón y Alfredo Manzano. Este fue el periódico de mayor influencia en la zona constitucionalista y fuera de ella. Llegó a venderse cada tirada diaria más de 25 mil ejemplares.
Otro periódico importante fue La Nación, vocero oficial del gobierno constitucionalista. Era dirigido por Alfonso Ovalles Martini, Julio Alberto Pichardo García y Jiménez Belén (El Poeta).
Entonces, Radio San Isidro también fue significativa en la cohesión de las fuerzas opuestas a la revolución constitucionalista.
“Una verdadera guerra radial se manifestó entre Radio San Isidro y Radio Santo Domingo Constitucionalista. Radio San Isidro eran dirigida en principio por Máximo Fiallo, el cubano Gustavo Marín. Participaban los locutores Alfonso Acosta Félix, Hoepelman, Alcides Castro, Carlos González, Freites Caminero, Dalmau Febles. Por igual, el capitán Quezada y el teniente coronel Reyes Jorge, quien fue nombrado director de la emisora a fines del mes de mayo”, señaló Raful.
La prensa opuesta a la revolución estaba dirigida por el periodista Pedro Gil Iturbides, editor de La Hoja, vocero del Gobierno de Reconstrucción Nacional, presidido por Antonio Imbert Barreras, puntualizó Tejada.
“El estilo novedoso y ágil del periodista Pedro Gil, en sus comentarios editoriales, era lo único que tenía valor desde el punto de vista de la función periodística, ya que estaba muy por debajo de los voceros escritos del sector constitucionalista (“Patria” y “La Nación)”, agregó Raful.
Por: Emilia Pereyra