El gobierno egipcio trata de equilibrar el sentimiento público propalestino y las peticiones de ayuda con el temor a facilitar un desplazamiento permanente de los palestinos de la Franja de Gaza.
El actual conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás se ha convertido en un acto de equilibrismo nacional e internacional, ya que Egiptoes el principal facilitador de la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, pero traza una línea roja cuando se trata de acoger a desplazados de los territorios palestinos.
«La postura de El Cairo se basa cada vez más en el alarmante y creciente número de víctimas civiles a medida que avanza la incursión terrestre [en Gaza], así como en las presiones de Europa y Estados Unidos para que abra el paso fronterizo de Rafah a los palestinos que deseen cruzarlo», declaró a DW Michelle Pace, investigadora asociada del think tank Chatham House, con sede en Londres, y profesora de la Universidad danesa de Roskilde.
Mientras tanto, el presidente egipcio, Abdulfatah al Sisi, ha dejado claro que el paso fronterizo de Rafah -el único paso hacia Gaza no controlado por Israel -no se convertirá en una entrada para los palestinos de Gaza. «Egipto confirma clara y estrictamente que nunca aceptará el desplazamiento de ningún palestino a territorio egipcio», afirmó Al Sisi. Lo ha repetido de diversas formas desde el estallido del conflicto, que comenzó tras el ataque terrorista de Hamásdel 7 de octubre contra Israel, en el que murieron 1.400 personas.
«Egipto recuerda muy bien lo que ocurrió en 1948, cuando tras la Nakba [catástrofe en árabe], a los palestinos que se habían visto obligados a abandonar sus hogares y aldeas no se les permitió regresar cuando terminó la guerra», dijo Pace, y añadió que «Egipto cree que ese patrón podría repetirse».
«No obstante, los civiles de Gaza tienen derecho a solicitar asilo y sólo ellos pueden decidir cómo y cuándo ejercer este derecho. Egipto está obligado a dejar entrar a los civiles que lo deseen», declaró a DW Timothy E. Kaldas, subdirector del Instituto Tahrir para la Política de Medio Oriente, con sede en Washington.
«Dicho esto, los socios de Israel deberían dejar muy en claro que los gazatíes tienen derecho a regresar a Gaza cuando terminen las hostilidades y los dirigentes de Israel deberían ser advertidos de que impedirles hacerlo constituiría una limpieza étnica», añadió Kaldas.
El actual conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás se ha convertido en un acto de equilibrismo nacional e internacional, ya que Egiptoes el principal facilitador de la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, pero traza una línea roja cuando se trata de acoger a desplazados de los territorios palestinos.
«La postura de El Cairo se basa cada vez más en el alarmante y creciente número de víctimas civiles a medida que avanza la incursión terrestre [en Gaza], así como en las presiones de Europa y Estados Unidos para que abra el paso fronterizo de Rafah a los palestinos que deseen cruzarlo», declaró a DW Michelle Pace, investigadora asociada del think tank Chatham House, con sede en Londres, y profesora de la Universidad danesa de Roskilde.
Mientras tanto, el presidente egipcio, Abdulfatah al Sisi, ha dejado claro que el paso fronterizo de Rafah -el único paso hacia Gaza no controlado por Israel -no se convertirá en una entrada para los palestinos de Gaza. «Egipto confirma clara y estrictamente que nunca aceptará el desplazamiento de ningún palestino a territorio egipcio», afirmó Al Sisi. Lo ha repetido de diversas formas desde el estallido del conflicto, que comenzó tras el ataque terrorista de Hamásdel 7 de octubre contra Israel, en el que murieron 1.400 personas.
«Egipto recuerda muy bien lo que ocurrió en 1948, cuando tras la Nakba [catástrofe en árabe], a los palestinos que se habían visto obligados a abandonar sus hogares y aldeas no se les permitió regresar cuando terminó la guerra», dijo Pace, y añadió que «Egipto cree que ese patrón podría repetirse».
«No obstante, los civiles de Gaza tienen derecho a solicitar asilo y sólo ellos pueden decidir cómo y cuándo ejercer este derecho. Egipto está obligado a dejar entrar a los civiles que lo deseen», declaró a DW Timothy E. Kaldas, subdirector del Instituto Tahrir para la Política de Medio Oriente, con sede en Washington.
«Dicho esto, los socios de Israel deberían dejar muy en claro que los gazatíes tienen derecho a regresar a Gaza cuando terminen las hostilidades y los dirigentes de Israel deberían ser advertidos de que impedirles hacerlo constituiría una limpieza étnica», añadió Kaldas.
Potencial amenaza para la seguridad egipcia
Otro argumento de Egipto en contra de permitir la entrada de personas es que probablemente sería imposible separar a los militantes palestinos de los refugiados civiles, dijo Pace.
«Si los grupos yihadistas palestinos establecieran vínculos logísticos, ideológicos y operativos con [sus homólogos] asentados en el Sinaí, Egipto teme que esos militantes pudieran intentar lanzar ataques contra objetivos israelíes desde territorio egipcio, provocando a Israel a tomar represalias y perturbar sus relaciones con Egipto», añadió.
Al Sisi también expresó esta preocupación durante una reciente conferencia de prensa en El Cairo. «El Sinaí se convertiría en una base para operaciones terroristas contra Israel, y nosotros, en Egipto, asumiríamos la responsabilidad por ello. La paz que creamos [en 1979, cuando se firmó un tratado de paz con Israel, ed.] se nos escaparía de las manos», dijo.
Kenneth Roth, ex director ejecutivo de Human Rights Watch y ahora profesor visitante en la Universidad estadounidense de Princeton, afirma que al-Sisi también «simpatiza especialmente con los intentos de Israel de aplastar a Hamás porque él mismo utilizó una violencia horrible para aplastar a los Hermanos Musulmanes, primos más pacíficos de Hamás, incluida la masacre de 817 manifestantes en la plaza de Rabaa de El Cairo en 2013.»
Por: Noticonexion/afp