En septiembre de 2024, durante una entrevista Roberto Santana, director de la Oficina Nacional de Apoyo a la Reforma Penitenciaria, informó que el Gobierno de la República Dominicana tenía planes para construir 25 nuevas cárceles en todo el país. Este proyecto tiene como objetivo reemplazar las instalaciones existentes y trasladar a 20,300 reclusos. Con este anuncio, la iniciativa ha dado sus primeros pasos concretos a través de la licitación presentada el jueves pasado por el Ministerio de Vivienda y Edificaciones (Mived) para la construcción de 10 de estas nuevas cárceles, con una inversión total de RD$ 7,541 millones.
Ubicación de los centros penitenciarios
Los centros de reclusión estarán distribuidos en varias provincias del país, como Cabo Rojo en Pedernales, Neiba en Bahoruco, Santiago Rodríguez, Cotuí, Tabara en Azua, Piedra Blanca en Bonao, Vicentillo en El Seibo, Jaquimeyes en Barahona, Baní en Peravia y Hato Mayor. Estos lugares fueron seleccionados considerando no solo las necesidades de infraestructura, sino también la optimización de los recursos y la mejora de las condiciones de seguridad en el sistema penitenciario. En la entrevista mencionada, Santana también destacó la inclusión de San José de Ocoa y Jimaní como posibles ubicaciones, aunque estas aún no han sido confirmadas.
Plazos y costos de ejecución
La construcción de las cárceles tendrá plazos específicos de ejecución, dependiendo de la ubicación y la complejidad de cada proyecto. El centro penitenciario de Pedernales es el único que se prevé inicie este 2025, con un plazo de 20 meses y un costo de RD$ 253 millones. En tanto, otras cárceles como las de Neiba, Santiago Rodríguez, Hato Mayor y Azua tendrán una ejecución de 24 meses, con montos que van desde los RD$ 372 millones hasta RD$ 761 millones, según los datos del Mived.
Infraestructura y tecnología penitenciaria
Cada uno de estos centros tendrá diseños únicos, adaptados a las necesidades del entorno y del sistema penitenciario. Entre las áreas contempladas se incluyen farmacias, comedores, aulas educativas y celdas conyugales. Además, para combatir los delitos cibernéticos desde las cárceles, se plantea la instalación de bloqueadores de señal, una medida que ya ha sido implementada en cinco centros existentes. No obstante, algunas limitaciones técnicas han surgido debido a la cercanía con zonas residenciales.
Por: Noticonexion