Los bicampeones parecen haber dado un paso fundamental para adueñarse de la cima del Oeste tras extender su diferencia con respecto a los Nuggets.
En un Oeste en el que los ocho clasificados están definidos, las pequeñas batallas por el orden final dominarán la narrativa durante los últimos días de la temporada regular aunque una parece haberse definido durante la noche del miércoles: Golden State Warriors venció a Denver Nuggets por 116 a 102 en el cruce entre los dos mejores del Oeste y dio un paso fundamental para adueñarse de la cima de la conferencia.
El Oracle Arena vibró con un encuentro apasionante y acompañó una noche clave para sus Golden State Warriors: líderes del Oeste con 53-24, extendieron la diferencia a dos juegos con cinco encuentros por disputarse y, como yapa, se adjudicaron el desempate en la serie individual de esta 2018-2019 tras sumar su tercera victoria en cuatro encuentros. Denver, escolta con 51-26, quedó en clara desventaja respecto a los actuales bicampeones.
El equipo de Steve Kerr se adueñó del trámite desde bien temprano, con un DeMarcus Cousins imparable (28 puntos -máxima de la temporada-, 12 rebotes, 5 asistencias, 2 robos y 2 tapas) que apenas falló cinco tiros de cancha en toda la noche (finalizó con un 70.6% de precisión en 17 intentos). Kevin Durant ayudó a la causa con 21 unidades antes de irse expulsado, mientras que Klay Thompson (13 puntos) y Stephen Curry (17 unidades, 5 rebotes, 5 asistencias y 3 robos) completaron una noche en la que Golden State tuvo momentos de brillantez y demostró que sigue siendo el gran candidato para quedarse con el boleto rumbo a la final de la NBA.