En este periodo de poco más de dos meses, el más corto de la historia entre temporadas, la franquicia angelina ha tenido que reponerse de un extenuante 2020 en el que afrontó la trágica muerte de Kobe Bryant, un largo parón de juegos por el coronavirus, las protestas contra el racismo y el aislamiento de tres meses durante los playoffs en la sede «burbuja» de Disney World (Orlando).
En una campaña que se prevé imprevisible por los efectos de la pandemia, los Lakers cuentan con la ventaja del liderazgo que ofrece LeBron, el jugador con la receta mágica para alcanzar las finales, que solo se ha perdido un año en la última década.
¿Descansos a la vista?
«Habrá que hacer un ejercicio de equilibrio a lo largo de la temporada», avanzó el mánager general angelino, Rob Pelinka. «Tendremos que determinar qué es lo mejor para LeBron, para su salud, para el equipo, para la liga. Tendremos que ser lo más cuidadosos que podamos».
El propio James, que no se cuenta entre las estrellas que se pierden partidos regularmente, ha reconocido que le sorprendió el corto periodo de descanso.
Tendremos que ser «tan inteligentes como podamos para asegurarnos de que estoy listo» para jugar, señaló el alero, que perseguirá el quinto anillo de su carrera y el segundo con los Lakers.
Por su parte la NBA, preocupada por el impacto en las audiencias del descanso de las estrellas, se ha mostrado más flexible esta temporada. Los jugadores que hayan tenido un papel importante en los pasados playoffs podrán evitar los partidos consecutivos siempre que no sea en juegos retransmitidos a nivel nacional, en los que cualquier ausencia de un jugador sano conllevará una multa de al menos 100.000 dólares.
«Ser humildes»
Los Lakers afrontan la campaña con la tranquilidad de haber renovado a James hasta 2023 (por 85 millones de dólares) y a su otra figura, el pívot Anthony Davis, hasta 2025 (190 millones), ambos integrantes del mejor quinteto de la pasada temporada.
Alrededor de su dúo estelar, el equipo angelino ha sido uno de los que mejor se ha movido en el último mercado de fichajes, haciéndose con los servicios del veterano pívot español Marc Gasol (Toronto), el base alemán Dennis Schröder (Oklahoma City), el escolta Wesley Matthews (Milwaukee) y el ala-pívot Montrezl Harrell, a quien arrebataron a los Clippers después de ser reconocido como el Mejor Sexto Hombre de la campaña pasada.
Estas contrataciones compensan con creces las marchas de los veteranos Dwight Howard y Danny Green a Philadelphia, JaVale McGee a Cleveland, Rajon Rondo a Atlanta y Avery Bradley a Miami.
Con tantos cambios en el plantel, el gran reto para los Lakers es generar la cohesión y química necesarias en la pista durante el poco tiempo de preparación con el que han contado para la temporada, en la que saben que todos les consideran el rival a batir.
«Tendremos que mantener nuestra mentalidad y ser humildes. No pensar demasiado en lo que hicimos la temporada pasada», reconoció James. «Los ojos estarán sobre nosotros aún más, si eso es posible. Sabemos que nos esperan. Pero solo debemos preocuparnos por lo que vamos a hacer. Es la mejor manera de ganar otro título».
Por: Noticonexion/AFP