WASHINGTON – Chris Paul tomó un descanso para iniciar el ultimó cuarto el domingo por la tarde en Washington luego de repartir siete de sus 12 asistencias en el tercer cuarto. Cuando el armador de Los Ángeles Clippers retornó a la cancha, la escuadra angelina encestó siete puntos consecutivos para aumentar su ventaja 102-95 restando 6:23 en el partido, justamente el cierre de una serie de tres juegos.
¿Suficiente, no, para regresar invicto en su gira de tres partidos que además los llevó por la Florida donde vencieron al Orlando Magic y Miami Heat?
Los Washington Wizards pues tomaron un tiempo muerto, hicieron sus ajustes tras sus tres perdidas de balón consecutivas y casi fueron perfectos con sus disparos para vencer a los visitantes 117-110 en el Verizon Center.
La forma en cómo los Clippers fallaron en detener una ofensiva que acertó 12 de sus 15 tiros desde el campo no sólo detuvo una cadena de cuatro victorias al hilo, sino que creó un cierto nivel de duda sobre la entrega a la defensiva de un conjunto, cuyo registro de 20-8 aún es el quinto mejor de la liga y el cuarto mejor en la Conferencia Oeste.
“Eso es terrible. No sé. Pero tenemos que resolverlo”, aseveró Paul, quien cometió la primera de dos perdidas de balones durante una serie de tres posesiones en la mitad del cuarto periodo.
Markieff Morris, que anotó 23 puntos y lideró a los Wizards con nueve rebotes, inició un parcial de 6-0 restando 1:41 en el reloj, encestando dos canastas y Bradley Beal lo concluyó con un par de tiros libres faltando 1:06 por jugar para aumentar el marcador 116-108 luego de que el entrenador en jefe Doc Rivers fuera penalizado con un par de faltas técnicas por el arbitro Mike Callahan.
Paul respondió entonces con una bandeja que acortó el déficit 116-110 restando 59.6 pero ya era muy tarde.
Beal encabezó a Washington con 41 puntos, incluyendo 24 en la segunda mitad. Colectivamente, los Wizards encestaron 52.1 por ciento (43 de 81) desde el campo y efectuaron 52.6 por ciento (10 de 19) detrás de la línea de tres puntos.
“Ellos estuvieron muy cómodos la noche entera. Les dimos todo lo que quisieron – tiros de tres puntos, tiros libres, tiros a media distancia, todo lo que desearon. Creo que como equipo tenemos que hablar de ello porque perdimos confianza en nuestra defensa. Creo que mucho de eso inicia conmigo, defendiendo encima del balón y cosas por ese estilo. Pero no debimos haber perdido este partido”.
Los Ángeles disfrutó de un espectacular inicio de campaña con una foja de 10-1 y durante ese tramo encabezaron la liga permitiendo apenas 40.9 por ciento desde el campo e limitaron sus rivales a 92.2 puntos, el segundo mejor promedio. Su diferencial en puntos de victoria fue +183 durante ese tramo de 11 partidos, el tercer mejor en la historia de la NBA, superando el diferencial de +179 que acumularon los Golden State Warriors en 2016 en ruta a su récord histórico de 73-9.
Desde que los Clippers apalearon a los Brooklyn Nets por 32 puntos el pasado 14 de noviembre, cuando mejoraron su registro a 10-1, Los Ángeles ha permitido 46.7 desde el campo (sexto peor) y 107.6 puntos por partido (octavo peor).
La deficiencias defensivas de un equipo que anhela competir por el título van más allá de sus habilidades en la cancha.
“También es nuestra mentalidad. Lo podías notar con nosotros”, señaló Paul. “Estábamos excitados con el costado defensivo y ahora mismo siento como que nosotros tenemos algunas buenas posesiones aquí y allá pero tenemos que retroceder a aquella mentalidad defensiva en vez de pensar que vamos a anotar más que todo el mundo”.