El aumento en la retención de mercancías por parte de la Dirección General de Aduanas (DGA) revela un fenómeno persistente y en expansión: el ingreso de productos con irregularidades documentales, falsificaciones y otras violaciones a la normativa aduanera y de propiedad intelectual. Desde carbón para hookah hasta juguetes y cosméticos, las autoridades han intensificado la vigilancia en terminales clave, una acción que busca frenar el comercio ilícito y proteger tanto a los consumidores como a las marcas registradas.
Productos retenidos por falsificación o irregularidades
Entre 2020 y junio de 2025, la DGA retuvo millones de productos, destacándose artículos como carbón para hookah, rasuradoras, cosméticos y juguetes. Estas acciones se deben, principalmente, a dos razones: violaciones marcarias (productos falsificados) y fallos en los procesos de importación, como documentación incompleta o clasificación incorrecta.
De acuerdo con las cifras oficiales, cada mes se retuvieron en promedio 68,930 unidades, lo que suma más de 4.5 millones de artículos en el período. Esto incluye mercancías asociadas a marcas registradas como calzados, medias y artículos de aseo, lo que evidencia la amplitud del problema.
Orígenes y puntos críticos del comercio ilícito
Según la DGA, las mercancías falsificadas provienen principalmente de China, aunque también destacan Turquía y Emiratos Árabes Unidos como países de origen. Los productos ingresan por vía marítima y aérea, siendo los puertos de Haina y Caucedo, y el Aeropuerto Internacional de Las Américas, los puntos donde se concentran las principales retenciones.
La Unión Europea también ha reportado cifras preocupantes: solo en 2024, se interceptaron 112 millones de productos falsificados valorados en 3,800 millones de euros. En esta lista, figuran desde vapeadores y cigarrillos electrónicos hasta software, ropa y perfumes.
Destino final de los productos retenidos
Una vez que se realiza la retención, la DGA mantiene las mercancías bajo custodia legal hasta que se determine su legitimidad. En caso de confirmarse la falsificación, los productos son destruidos o donados, siempre bajo autorización del titular de la marca y cumpliendo los protocolos establecidos para evitar nuevos riesgos.
La institución también advierte que, aunque no asigna un valor económico a los productos retenidos, las pérdidas comerciales por falsificaciones son significativas. Las marcas reportan afectaciones en su cuota de mercado, reputación y alertan sobre riesgos potenciales para la salud y seguridad de los consumidores.
Por: Noticonexion