El mayor general retirado Juan Manuel Méndez, actual titular de dos entidades del Estado, ha puesto sus cargos a disposición del Poder Ejecutivo para dedicarse a la política y manifestar su respaldo al presidente Luis Abinader, lo que ha desatado un amplio debate público y político sobre los límites entre la función estatal y la militancia partidaria.
Méndez, quien durante más de dos décadas mantuvo una imagen de neutralidad institucional al frente del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), sorprendió al anunciar su “apoyo irrestricto” al mandatario. Su decisión ha sido interpretada por diversos sectores como parte de una posible estrategia electoral del oficialismo con miras a las elecciones de 2028.
Críticas desde la oposición
Uno de los pronunciamientos más duros contra el también titular de la Dirección de Servicios de Atención a Emergencias Extrahospitalarias (DAEH) vino del senador Yván Lorenzo, vicepresidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), quien lo calificó como un “rufián que pulula alrededor del poder”, cuestionando su cambio de postura tras haber permanecido más de 14 años vinculado a gestiones del PLD.
“Para mí, los rufianes que viven pululando alrededor del poder no tienen ningún tipo de valoración. Él duró más de una década con nosotros y ahora parece el más primerito del PRM”, dijo Lorenzo en declaraciones a medios nacionales. El legislador también criticó que Méndez haya organizado una boda en medio de una catástrofe nacional, poniendo en duda su compromiso institucional.
El vocero de la Fuerza del Pueblo en la Cámara de Diputados, Rafael Castillo, expresó que no sabe qué saldrá a defender Méndez, y pidió que aclare si su propósito será respaldar la figura del presidente Abinader o al Gobierno en su conjunto. Señaló que, de hacerlo, tendría que justificar ante la población temas sensibles como el déficit de Senasa, los apagones eléctricos, el uso irregular de fondos públicos y los casos de corrupción que se investigan actualmente.
Visión de los analistas
Por otro lado, el politólogo y abogado Jesús Bueno ofreció una visión más equilibrada, defendiendo el derecho de los militares retirados a incursionar en la política siempre que respeten los límites legales y éticos. “Todos los exmilitares tienen la libertad de simpatizar o militar en cualquier partido político una vez pensionados”, señaló el experto.
Bueno destacó que la simpatía popular de Méndez podría convertirlo en un candidato potable para las elecciones de 2028, al contar con una imagen pública positiva construida a partir de su gestión al frente del COE. “El general Méndez, por su dedicación a tiempo completo a sus labores cuando la sociedad más lo necesita, siempre ha gozado de mucha simpatía; no se descarta que para 2028 aparezca en una boleta electoral”, agregó.
El analista también recordó que, históricamente, los cargos técnicos en el país rara vez se han mantenido completamente desvinculados de la política, y que la frontera entre la función pública y la lealtad partidaria “siempre ha sido difusa”.
Debate sobre el uso político de cargos técnicos
Este nuevo episodio reabre el debate nacional sobre la delgada línea entre la gestión pública técnica y su uso para fines políticos. Diversos sectores han expresado preocupación por lo que consideran una tendencia creciente a politizar instituciones que, como el COE, deben mantenerse al margen de la agenda partidaria.
El paso de Méndez a la política ha generado especulación mediática sobre una posible candidatura electoral y su papel dentro de la estrategia del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Hasta el momento, el exgeneral no ha confirmado si ocupará una posición en la boleta electoral, ni ha detallado si tomará una licencia oficial de sus funciones en el COE, posición que ya puso a disposición del Poder Ejecutivo.
Por: Noticonexion