El Kremlin acusó este lunes a la administración de Joe Biden de «echar leña al fuego y seguir avivando la tensión» al permitir que Ucrania use misiles estadounidenses de largo alcance para atacar territorio ruso.
El portavoz del gobierno ruso, Dmitry Peskov, afirmó que la medida representa un nuevo nivel de participación de Estados Unidos en la guerra de Rusia en Ucrania.
Moscú reiteró que consideraría un ataque con un misil estadounidense en su territorio como una agresión proveniente de EE.UU. y no de Ucrania, en un comunicado publicado este lunes.
Mientras, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso advirtió sobre una «respuesta apropiada» si esos misiles son disparados hacia su territorio.
«El uso por parte de Kyiv de misiles de largo alcance para atacar nuestro territorio representaría la implicación directa de EE.UU. y sus satélites en las hostilidades contra Rusia, así como un cambio radical en la esencia y naturaleza del conflicto», dijo en un comunicado.
«La respuesta de Rusia en tal caso será apropiada y tangible«, añadió.
Ucrania ya lleva más de un año utilizando el Sistema de Misiles Tácticos de Largo Alcance del Ejército estadounidense (ATACMS por sus siglas en inglés) pero para atacar exclusivamente a objetivos militares rusos en territorio ucraniano.
Pero la decisión del presidente Biden permitiría a Kyiv golpear al ejército ruso en su propio territorio con cohetes que tienen un alcance de hasta 300 kilómetros y son difíciles de interceptar debido a su alta velocidad.
La medida ha provocado una furiosa respuesta por parte de diversos medios y personalidades políticas en Rusia, según reporta Steve Rosenberg, corresponsal y editor de la BBC en Moscú.
El sitio web del periódico ruso Rossiyskaya Gazeta, controlado por el gobierno, afirma que Biden ha tomado una de las decisiones más provocativas e imprevisibles de su administración y que puede tener «consecuencias catastróficas».
El diputado Leonid Slutsky, jefe del Partido Liberal-Demócrata de Rusia, simpatizante con el gobierno de Vladimir Putin, también asegura que la decisión provocaría a una gran escalada y graves consecuencias.
Por su parte, el senador ruso Vladimir Dzhabarov la calificó como «un paso sin precedentes hacia la Tercera Guerra Mundial«.
El presidente Vladimir Putin hasta ahora ha guardado silencio.
Sin embargo, para muchos analistas y líderes occidentales, es Rusia quien ha estado «echado leña al fuego» al permitir que tropas norcoreanas se sumen a sus fuerzas contra Ucrania.
Así lo dejó en claro Jon Finer, asesor adjunto de seguridad nacional de Estados Unidos, quien el lunes recordó que Washington había dejado «claro a los rusos que responderíamos», tanto a la presencia de fuerzas norcoreanas como a la «gran escalada» de los ataques aéreos rusos a la infraestructura en toda Ucrania.
Reacciones encontradas
La decisión de Biden ha generado opiniones contradictorias dentro y fuera de EE.UU.
Aliados como el presidente francés, Emmanuel Macron, calificaron como un paso «totalmente bueno» la resolución.
No obstante, en el entorno de sucesor la medida no ha sentado bien.
“El complejo industrial militar parece querer asegurarse de que comience la Tercera Guerra Mundial antes de que mi padre tenga la oportunidad de alcanzar la paz y salvar vidas”, escribió Donald Trump Jr en X, la red social anteriormente conocida como Twitter.
Otra partidaria de Trump que fustigó la decisión fue la congresista Marjorie Taylor Greene.
«El 5 de noviembre, el pueblo estadounidense dio un mandato contra estas últimas decisiones de EE.UU. y NO quiere financiar ni luchar en guerras extranjeras. Queremos solucionar nuestros propios problemas«, escribió también en X.
Sin embargo, el mandatario electo no ha se ha referido al asunto todavía.
Desde el Departamento de Estado defendieron la capacidad de Biden para adoptar semejante medida.
«(El presidente Biden fue elegido para un mandato de cuatro años, no para un mandato de tres años y diez meses», recordó el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller.
«Usaremos cada día de nuestro mandato para perseguir intereses políticos que creemos que son en beneficio del pueblo estadounidense», advirtió.
«Si la administración entrante quiere adoptar una opinión diferente, es, por supuesto, su derecho a hacerlo», concedió.
Esperando el asalto
A finales de septiembre, Moscú anunció cambios a la doctrina nuclear rusa y a las condiciones previas bajo las cuales Rusia podría usar armas nucleares.
La medida fue interpretada en Occidente como un mensaje indirecto a EE.UU. y Europa para que no autorizaran a Ucrania usar misiles de largo alcance contra territorio ruso.
Ucrania lleva meses pidiendo permiso para utilizar ATACMS dentro de Rusia.
“Esta es una decisión muy importante para nosotros”, dijo a la BBC Serhii Kuzan, presidente del Centro de Cooperación y Seguridad de Ucrania, con sede en Kyiv.
«No es algo que vaya a cambiar el curso de la guerra, pero creo que hará que nuestras fuerzas sean más equitativas«.
Kuzan dijo que la decisión llegó justo a tiempo para contrarrestar el esperado inicio de un gran asalto por parte de tropas rusas y norcoreanas, diseñado para desalojar a las fuerzas ucranianas de la región rusa de Kursk.
Se estima que el asalto se producirá en los próximos días.
Los cálculos de Occidente
Análisis de Frank Gardner, corresponsal de seguridad de la BBC
Desde que el ejército ruso lanzó su guerra a gran escala contra Ucrania el 24 de febrero de 2022, la OTAN, Occidente y, específicamente, la Casa Blanca, se han visto atrapados frente a un gran desafío: ¿cómo brindarle a Ucrania suficiente apoyo militar sin entrar en una confrontación directa con Rusia?
Es un desafío que persiste actualmente.
Los comentaristas occidentales más radicales, incluidos exgenerales estadounidenses y británicos, argumentan que las reiteradas amenazas de represalias por parte de Putin nunca se cumplieron y que simplemente tenían la intención de asustar a la OTAN para que no enviara el tipo de armas que Ucrania necesitaba.
Se sabe que Jake Sullivan, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, es cauteloso con ese tema y hay reportes de que estaba molesto por la postura más agresiva de Londres y su envío de armas pesadas como grandes tanques de batalla y aviones de combate F-16.
En última instancia, Putin entiende que el viejo concepto de la Guerra Fría de Destrucción Mutua Asegurada (DMA) sigue vigente hoy en día.
Puede que Rusia tenga el arsenal de armas nucleares más grande del mundo, pero el Kremlin sabe que si alguna vez se utilizara un arma nuclear en alguna ciudad occidental, Moscú quedaría destruida en cuestión de minutos.
Sin embargo, hay muchas otras formas menos apocalípticas en las que Rusia podría responder al uso de misiles ATACMS en territorio ruso.
Estas incluyen sabotear cables submarinos o armar a los hutíes de Yemen con poderosos misiles antibuques.
Por: Noticonexion/bbc