El reciente cambio en las recomendaciones de los CDC marca un giro importante en la estrategia de vacunación contra la COVID-19 en Estados Unidos. La agencia, que durante años impulsó una vacunación universal, ha optado ahora por dejar en manos de los pacientes la decisión final, enfatizando el consentimiento informado como eje central de este nuevo enfoque.
Un cambio de rumbo impulsado desde el gobierno
La decisión fue respaldada por el Secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus posturas críticas hacia ciertas vacunas. Su intervención significó la destitución del tradicional Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de los CDC, reemplazado por un panel con criterios más alineados a la libertad individual. Este nuevo grupo votó a favor de que las vacunas no sean recomendadas de forma generalizada, sino analizadas caso por caso.
Expertos y médicos expresan preocupación
La reacción en la comunidad médica ha sido mixta. Mientras algunos celebran la vuelta al diálogo personalizado, otros advierten que esta decisión podría sembrar confusión y debilitar la confianza pública en las vacunas. Organizaciones como la Academia Estadounidense de Pediatría subrayan que los beneficios de la vacunación aún superan ampliamente los riesgos, especialmente en niños pequeños y mujeres embarazadas.
Nuevas indicaciones para vacunas infantiles
Además del cambio en la política COVID, los CDC también aprobaron una nueva pauta sobre la vacuna de la varicela. A partir de ahora, se sugiere aplicar esta vacuna por separado del esquema que incluye sarampión, paperas y rubéola, debido a un ligero aumento en el riesgo de fiebre y convulsiones. Esta modificación refleja un enfoque más cauteloso, aunque el 85 % de los niños ya recibían la vacuna contra la varicela de forma independiente desde hace años.
por: Noticonexion/AP